Queridos amigos y simpatizantes,
Muchas gracias a todos los que han apoyado y siguen apoyando este proyecto nuestro, ¡que avanza a pequeños pasos!
Las donaciones, sobre todo durante este periodo navideño, han sido muy generosas y me gustaría dar las gracias a todos de todo corazón, ¡también en nombre de los niños de la Casa Msaada! Gracias a vuestra contribución, podemos hacer frente a los gastos
adicional debido a la situación de las carreteras, que ahora están invadidas por el barro,
y la triplicación de los precios de los productos básicos, incluidos los alimentos. Además, el transporte de mercancías desde Bukavu es muy caro y se realiza casi exclusivamente en moto, porque los camiones ya no pueden llegar hasta allí.
Por suerte, teníamos abundantes existencias de los productos menos perecederos, pero no serán suficientes hasta el final de la temporada de lluvias, que aún durará unos meses.
Gracias a tu ayuda pudimos contratar a una costurera y completar la compra de los materiales necesarios para el taller de costura para nuestros niños ,
sino también para mujeres mayores y vulnerables. Por el momento, hemos reclutado a 11 chicas, en su mayoría madres muy jóvenes que se quedaron embarazadas a los 15-16 años y, por tanto, se vieron obligadas a abandonar la escuela, si es que no habían interrumpido sus estudios anteriormente por falta de medios. Todas ellas viven con sus madres viudas y sus numerosos hermanos; ninguna de ellas conoce el paradero del padre de la niña, que probablemente ha huido para trabajar en alguna de las minas de la región.
Un primer taller para estas chicas empezará ya la semana que viene, mientras que los cursos para nuestros niños ya han empezado hace varias semanas.
Los niños están bien, van a la escuela y buscamos ayuda adicional para el apoyo extraescolar de los niños mayores que no saben leer ni escribir.
Celebramos una Navidad sencilla, pero fue una buena Navidad, a pesar de la lluvia. Con gran entusiasmo, hicieron un belén con paja, madera y hojas de palmera, y adornos con papel que colorearon y recortaron, ¡con medios muy sencillos!
Pero, por desgracia, la rehabilitación de algunos niños (los niños de la calle) no es fácil y no es un camino lineal. Aunque todos ellos han hecho enormes progresos, nos enfrentamos a retos diarios: es especialmente difícil hacerles respetar algunas normas básicas para la vida en comunidad, ya que proceden de entornos de gran libertad y desenfreno.
Si disponemos de los medios necesarios, también tenemos previsto montar un taller de carpintería en los próximos meses y alquilar tierras para producir nuestros alimentos
y vender productos como harina de mandioca, para poder sufragar los gastos de mano de obra y, con el tiempo, también los de alquiler. Los campos que tenemos ahora no pueden satisfacer nuestras necesidades (¡hay demasiadas bocas que alimentar!), pero ya hemos cosechado algunas batatas, maíz y judías.
Saludos cordiales desde Mwenga
Ilaria y nuestros colaboradores